Son un complemento a las aplicaciones de escritorio, y debido a que éstas son menos prácticas para los modelos de trabajo de las empresas y que la información está habitualmente centralizada en un ordenador, se corre el riesgo de pérdida de información, y sobretodo de tiempo.
En la actualidad tienen mayor auge que las primeras ya que la principal ventaja de una aplicación web es la disponibilidad de la misma a través de dispositivos que tengan un navegador web: ordenadores, teléfonos móviles, tablets, etc. Por eso, podemos decir que es una versión de una página web que ha sido optimizada, normalmente por un equipo de desarrollo, para poder ser utilizada desde un teléfono móvil. Gracias a esto se adapta a cualquier dispositivo. Aunque las aplicaciones nativas permiten desarrollos más complejos, también son más costosos y no siempre necesarios.
Una aplicación web debe contener elementos que permitan una comunicación activa entre el usuario y la información. Por ejemplo rellenar y enviar formularios y responder a determinadas acciones ofreciendo a continuación datos y la información previamente almacenados en una base de datos.
Las empresas pertenecientes a AISO diseñan y crean las aplicaciones web como solución o mejora de los procesos de la información de la empresa trabajando junto al cliente para adaptarse a sus necesidades, a la realidad que le rodea y dedicar el esfuerzo a conocer mejor su entorno.